Italia

Italia alberga una plétora de obras de arte, gastronomía y paisajes extraordinarios con los que todo el mundo ha soñado alguna vez.

Tesoros culturales

El patrimonio cultural de Italia, cuna del Imperio romano y el Renacimiento, resulta abrumador: el David y los frescos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, El nacimiento de Venus y La primavera de Botticelli o La Última Cena de Da Vinci son solo algunos ejemplos. De hecho, Italia reúne más lugares Patrimonio de la Humanidad que cualquier otro país del planeta: en Roma se pueden seguir los pasos de santos y emperadores, mientras que Rávena sorprende con sus joyas bizantinas y Padua hace lo propio con los frescos revolucionarios de Giotto.

‘Bella vita’

Italia no es solamente el país de Dante, Tiziano y Verdi, sino también el de Prada, Gualtiero Marchesi y Renzo Piano. La belleza y la elegancia se palpan en los aspectos más diversos de la vida cotidiana, desde las corbatas o el café hasta la sonrisa coqueta de los viandantes. Si algo caracteriza a la idiosincrasia italiana es una inclinación inequívoca por la bella vita, por disfrutar las cosas buenas de la vida: basta con dejarse llevar y contagiarse de esa tranquilidad que impregna el ambiente.

‘Buon appetito’

En el país transalpino, cada bocado es una revelación, desde los tagliatelle al ragù hasta los delicados cannoli. ¿El secreto? Ingredientes de temporada de la mejor calidad. Pese a su esencia rústica, la gastronomía italiana destaca igualmente por su carácter creativo y sofisticado. Aquí se hallan algunos de los restaurantes más distinguidos del mundo, incluidos en la lista de los 50 mejores de San Pellegrino y galardonados con estrellas Michelin. Ya sea degustando manjares en Módena, buscando trufas en el Piamonte o catando los tintos de Valpolicella, el éxtasis está garantizado.

Paisajes de ensueño

El esplendor de Italia va más allá del arte, la gastronomía y la moda: el país es una de las obras más perfectas de la madre naturaleza y ofrece una diversidad extraordinaria. Desde el hielo alpino y los lagos glaciares del norte hasta los cráteres volcánicos y las grutas turquesas del sur, hay mucho que ver y hacer: un día se puede bajar a toda velocidad por las pistas de Courmayeur y, al siguiente, recorrer las zonas pantanosas de la Maremma a caballo o zambullirse en las aguas coralinas de la Campania.
Por qué me gusta Italia.

Las 20 regiones de Italia parecen más bien 20 estados independientes con sus propios dialectos, costumbres, estilos arquitectónicos y especialidades gastronómicas. Existen opciones para todos los gustos, a cuál más irresistible: un plato de Knödel en una cabaña de Alto Adigio, un paseo por cualquier mercado siciliano… ¿Y qué decir de los tesoros artísticos? ¡Hay más que en todo el resto del mundo! Cuesta no tener un pelín de envidia de los italianos, pero es aún más difícil no caer rendido a los pies de este país tan maravilloso.